El pueblo venezolano los
conoce como los boliburgueses, constituyen la nueva clase social urbana formada
por escogidos bolivarianos cercanos al presidente Chávez. Es el ostentoso grupo
que de la noche a la mañana maneja un abultado capital activo. Sus orígenes
fueron humildes, ofrecían su trabajo a cambio de un salario ya que no poseían
los medios de producción. Esos oportunistas ex-proletarios dejaron bien atrás
el barrio marginal donde vivían, ahora residen en suntuosas mansiones con
piscinas y bien mantenidos jardines y un uniformado servicio doméstico les
cuida, limpia y cocina. La mayoría son empresarios y visten ropa de alta
costura, ya no toman ron y cerveza, ahora sus sedientos paladares saborean
costosa bebidas espirituosas añejas y burbujeante champán. Conducen lujosos
automóviles último modelo, cuando el chofer y la escolta no los transportan,
olvidados quedaron los nobles oficios manuales que desempeñaban, poseen cuentas
bancarias en paraísos fiscales y hasta en el mismo imperio americano y
constantemente viajan con los bolsillos repletos de dólares. Siguen al pie de
la letra y festejan los autoritarios caprichos del caudillo, en las reuniones
públicas vociferan patria, socialismo o muerte y arremeten contra la oposición
calificándola de capitalistas burgueses, mientras los vecinos que dejaron
olvidados en el barrio, desesperados hacen interminables filas intentando
comprar un pote de leche barato.
La escena es
como de película y parodiándo al genial cineasta español Luis Buñuel, el título
de este doloroso largometraje bien pudiera ser, el ostentoso desencanto de la
burguesía chavista.
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