Sunday, April 21, 2013

EL REY SE MUERE


                                 

No se refiere esta crónica a la obra del dramaturgo rumano Eugene Ionesco, tampoco al enfermo monarca bolivariano a quien Cuba ya le nombró un sustituto, este escrito no trata de su alteza Juan Carlos, Rey de España, quien se recupera de la lesión sufrida cuando cazaba elefantes y mucho menos se hará mención al Principe Carlos sucesor al trono de Inglaterra, cuya vida se extingue lentamente sin divisar su anhelada coronación. Este comentario está dedicado al exquisito chocolate El Rey, producido con cacao de primera desde 1929 en Venezuela. El cacao, ese exótico fruto descubierto en América y conocido como el alimento de los dioses, fue llevado a la corte española como deliciosa ofrenda del nuevo mundo. Durante la época colonial en Venezuela, el cacao alcanzó altos niveles de producción, convirtiéndo al país en el mayor productor mundial. Su  exportación generó grandes riquezas a un grupo de  aristócratas blancos, descendientes de españoles, hacendados que fueron conocidos como los Grandes Cacaos. Con la aparición del petróleo en Venezuela, el llamado oro negro desplaza la producción agropecuaria, la economía nacional se vuelve monoproductora y por ende los cultivos de cacao casi desaparecen. Ante este panorama la empresa que elabora chocolate El Rey, se abre camino a base de esfuerzo logrando colocar su manufactura en los mercados internacionales. Para desgracia de los  paladares reales, el chavismo desea que El Rey muera lentamente, para logarlo, el gobierno ha expropiado plantaciones y con su visto bueno, invasores de tierras han ocupado sembradios en plena producción, talando enormes árboles que cobijan las plantas de cacao y ha obstaculizado los tramites para operar y sacar al exterior los chocolates. Ante este posible jaque mate a El Rey, Jorge Redmond ha decidido no abdicar, este Gran Cacao venezolano piensa seguir trabajando en el país y dar la pelea hasta el final, pues su doctrina  es que la industria va a durar más que el gobierno, cosa que no logró Milton Hershey con su siembra de azúcar, materia prima para la elaboración de sus chocolates, cuando después del triunfo de la revolución cubana, el central fue confiscado, rebautizado como Camilo Cienfuegos, paralizado y posteriormente desmantelado. El Rey se niega a morir, larga vida a El rey.


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