De niño aprendí a escribir con letra artística y bien formada, con el Método Palmer de Caligrafía Comercial, programa desarrollado en los Estados Unidos por Austin Norman Palmer, a finales del siglo 19 y principios del 20.
Este popular método de escritura cursiva uniforme, se ejecutaba con movimientos rítmicos de brazo y muñeca, siendo sumamente importante la manera de sujetar la estilográfica y la postura erguida de los escribientes. Su uso decayó cuando logró imponerse la letra de imprenta dentro del sistema educativo. Mis maestras de caligrafía me enseñaron que se podia buscar la belleza a través de la escritura y que para lograrlo era nacesario concentrarse, tener paciencia y de manera especial que las letras armónicamente desplegadas, fuesen un estético canto a la vida y al amor. Apuntan los especialistas que el escribir a mano es provechoso para la actividad cerebral, pues desarrolla actividades manuales y favorese la coordinación. Con el uso masivo de las computadoras y los teléfonos inteligentes la caligrafía recibe una estocada fatal, quedando su uso reducido a la documentos, chequeras y tarjetas de crédito; y sí con el Método Palmer, el escribir implicaba mover desde las puntas de los dedos hasta el hombro, en la contemporánea escritura electrónica, son los dedos pulgares de las nuevas generaciones, los que pulsan las teclas abreviándo la grafía en sus mensajes de textos. Como esta situación grafológica me hace sentir caduco, transcribo como ejemplo, un intercambio de textos cotidianos, que comparados con mi manera de escribir, parecen mas bien códigos secretos.
1. crs 2? ( ¿eres tú?) 2. Z ( si )
1. dnd TVO ( ¿dónde te veo?) 2. ASDC ( al salir de clases )
1. qndo ( ¿cuándo? ) 2. CA ( cuanto antes )
1. kero bbq ( quiero barbacoa ) 2. fin d smn? ( ¿fin de semana? )
1. dda? ( ¿de día? ) 2. dnxe ( de noche )
1. ers gnl ( eres genial ) 2. TQM ( te quiero mucho )
1. T dseo mxo ( te deseo mucho) 2. bbs bb az (besos bebé adiós)
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