Saturday, January 20, 2018

¿Trastorno mental o terrorismo?






Eran las 11 y 30 de una placentera mañana en Southerland Springs, una pequeña y tranquila comunidad texana, y al momento que los feligreses de la Primera Iglesia Bautista atendían el servicio dominical, irrumpió Devin Kelley armado con un fusil de asalto AR-15. Kelley, un americano anglosajón de 26 años, dado de baja en el ejército por mala conducta y con historial criminal, soltó una continua ráfaga mortal alcanzando a los devotos congregados.
El cobarde ataque, considerado el peor acaecido en Texas y el quinto en la historia moderna del país, estremeció la quietud de la población. Las autoridades se han abocado a establecer las razones e implicaciones de esta atrocidad, entre ellas cómo compró legalmente el arma con su oscuro pasado. Las opiniones en este caso están divididas pues un grupo encabezado por el presidente Trump señala que el ataque es producto de un desequilibrado mental, esquivando clasificarlo como un acto terrorista y eludiendo colocar sobre el tapete la necesidad de legislar sobre el control de armas. Por otro lado, da la ligera impresión que los asesinados y heridos no vivieron la traumática sensación de miedo, inseguridad y angustia propias del terrorismo, sugiriendo así mismo que sólo las cobardes acciones perpetradas por el radicalismo islámico deben ser consideradas como terrorismo puro.
Pensamos que un demonio no apretó el gatillo, que el Padre Nuestro consuela, pero no le pone punto final a estas matanzas, que es necesario una revisión sicológica y de antecedentes, leyes para controlar las armas y que el abanico de la definición de terrorismo se amplíe y acoja masacres como esta.
En el capítulo de las Sagradas Escrituras que quedó inconcluso y manchado con sangre, el Todopoderoso responsabiliza a los Escribanos y Fariseos por la muerte de sus seguidores y les advierte que por ley divina no escaparán de la condena que depara el infierno, esperamos que algún día las leyes terrenales también los juzguen y sentencien como terroristas.


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