Mientras los belicosos presidentes
Donald Trump y Kim Jong-un mantenían a la humanidad en zozobra amenazando con
pulsar el botón rojo que daría inicio a una temida guerra nuclear, un
conglomerado de organizaciones no gubernamentales de más de 100 países recibió
el Premio Nobel de la Paz 2017. La Campaña Internacional para la Abolición de
las Armas Nucleares (ICAN) quiere llamar la atención sobre las consecuencias
catastróficas de cualquier uso de las casi 15.000 armas nucleares que acechan
la paz mundial.
Rusia y los Estados Unidos, único país que ha detonado armas nucleares
en un conflicto, son las potencias que poseen la mayor parte del arsenal con
13.800 artefactos de los cuales 1.800 están preparados para ser activados en
cuestión de minutos, siguen la lista: Francia, China, Reino Unido, India,
Israel, Pakistán y Corea del Norte.
Las bombas nucleares están consideradas como las armas con mayor poder
destructivo y el riesgo de una guerra implicaría el asesinato indiscriminado de
civiles, contaminación radioactiva, enfermedades con secuelas físicas, transformaciones genéticas
y efectos climáticos a largo plazo.
Cuando al científico Albert Einstein, considerado por algunos como el
padre de la bomba atómica, le preguntaron sobre algún arma para contrarrestar
el poder de la bomba atómica, simplemente sugirió la paz como la mejor de todas
las armas.
No comments:
Post a Comment