LIBROS PROHIBIDOS

En 1559 la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, creó el Index Librorum Prohibitorum ( Indice de Libros Prohibidos), especie de catálogo de libros vetados en la Iglesia Católica, por ser considerados perniciosos para la fe. La última edición data de 1948, aceptando nuevas incorporaciones en 1961, hasta 1966 cuando en un comunicado emitido por la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, se daba por abolido dicho índice purgatorio, aunque manteniendo autoridad moral para señalar libros que pudiesen perjudicar los dogmas de la religión y las sanas costumbres. La lista incluía entre otros, autores literarios de la talla de Rabelais, Balzac, La Fontaine, Anatole France, pensadores como Descartes,Spinoza, Montesquieu,Kant,Jean Paul Sartre y científicos como Copernico y Galileo.
En los Estados Unidos, grupos de censores espontáneos elevan todos los años ante las autoridades, sus quejas por el contenido indecente, dañino y ofensivo de ciertos libros, al cuestionarlos presionan para que sean posteriormente retirados de los centros educativos; acción que muy pocas veces logra su objetivo, pues defensores de las libertades individuales les cortan el paso, amparados en la Primera Enmienda Constitucional.
 La Asociación Americana de Bibliotecas buscando reivindicar la plena libertad de lectura, anunció en su Semana del Libro Prohibido, los ejemplares cuestionados. En Miami, el Sistema de Bibliotecas Públicas, prepara, como todos los años, un extenso programa de actividades dirigidas a jóvenes lectores.
Debo confesar, para concluir, que en la familia existió un censor de libros; mi tio, el maestro Aponte, tenía un cuarto donde celosamente guardaba bajo llave, ejemplares decomisados en la escuela, ordenados en oscuros estantes reposaban novelas rosas, suplementos de Superman y Batman y un sinfín de publicaciones que a su juicio atentaban contra la moral y las luces.
En el inicio del año escolar, luego de pasar la lista, con voz grave sentenciaba: en esta clase se prohibe leer sobre política, violencia, droga o sexo. A su muerte, el material incautado fue incinerado por mi tia. A la tumba se llevó el índice de sus libros prohibidos.