El traslado de las reservas internacionales que Venezuela mantiene en los bancos centrales de Estados Unidos y Europa, van a ser depositados en el Banco Central Bolivariano y las bóvedas de China, Rusia y Brasil, esto puede explicarse bajo los términos del deber y el temer.
Chávez teme una congelación de bienes por parte de la comunidad inter-nacional,como le sucede a dictadores terroristas,lo que me pone a pensar que algo hizo, hará o está haciendo que amerite dicha acción y por lo tanto si la debe la teme. De igual manera las voluminosas demandas ante tribunales internacionales por parte de petroleras norteamericanas por las expropiaciones de operaciones en suelo venezolano, hacen temer al presidente que si las compensaciones pedidas son otorgadas y no son canceladas, podría ocurrir un eventual congelamiento de activos.
Por otro lado debido a la baja producción petrolera venezolano y al alto despilfarro bolivariano, Rusia y China temen que no les paguen los multimillonarios créditos que le debe Venezuela y por eso exigen depósitos de valor como garantías para asegurar el pago.
Chávez cual alquimista en busca de la piedra filosofal, teme perder su oportunidad de oro para cristalizar su sueño dorado de permanecer por siempre en el poder y para evitarlo debe inyectar lo más pronto posible reservas para cubrir compromisos y repartir dádivas ante la cercanía del período electoral. Poco porvenir veo a esa inmensa fortuna en las revolucionarias manos de Chávez, pues quien ha visto ratón cuidando queso.
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