HECHO EN CHINA, HECHO EN USA

Empiezo aclarando que mis conocimientos sobre economía son escasos y que la única que medio domino es la doméstica, soy un experto administrando los ingresos y gastos del hogar; en estos momentos sé cuantos tomates reposan en el refrigerador y donde están las ofertas para adquirirlos más baratos, también sé cuando debo pagar el alquiler de la vivienda y los servicios básicos antes que venza la fecha.
Hecha la aclaratoria, quiero adentrarme en un delicado punto de la actual economía estadounidense, el desempleo. Pienso que una de las causas de la falta de trabajo, radica en la movilización de las grandes corporaciones hacia otras fronteras buscando mano de obra más barata y así obtener mayores márgenes de ganancias.
En los Estados Unidos muchísimos productos, desde los electrónicos hasta las banderas que ondean en fechas patrias y días festivos, llevan una diminuta etiqueta, hecho en China. Los chinos con su capitalismo de Estado están dominando el mercado mundial, invaden con sus productos los hogares y empresas de este país, mientras el Congreso no logra ponerse de acuerdo sobre un plan que logre frenar el galopante desempleo.
Pero el gigantesco poder económico norteamericano está despertando y con imaginación y audacia, necesarias en tiempos de crisis, lleva a cabo desde una pequeña factoría en Georgia, una silenciosa y contundente invasión comercial a China. Aprovechando un fuerte desabastecimiento de los palillos para comer, principal utensilio en la mesa oriental, una empresa con 57 empleados, fabrica y exporta a China más de 10 millones de pares de palillos diariamente,esperando aumentar a fin de año la producción y el número de empleados a 100.
Los palillos, estadounidenses que abarrotan los supermercados chinos se apoderan paulatinamente del espacio en las mesas de los comensales y en sus envolturas en letra pequeña se lee, hecho en USA. Pero no todo está bien en esta floreciente y emprendedora sociedad comercial, la Agencia de Protección Ambiental está preocupada por la tala de los árboles, materia prima para la elaboración de los palillos, piensan y con razón, que de no regular los cortes, harían de los bosques un lugar arenoso, árido y desolado, como presagian en China.