Si se compara la velocidad que desarrollan los seres humanos con la de los animales, el hombre sería una tortuga. En el reino animal el Halcón Peregrino es el ave que vuela más rápido, siendo su velocidad en picada 360 kilómetros por hora, mientras que el Aguila Real alcanza los 300 km/h. Dentro del agua el Tiburón Mako nada 124 km/h. y el Pez Vela del Pacífico 109 km/h. En tierra la celeridad es el atributo del Guepardo o Chita, felino que rebasa los 114 kilómetros en menos de 10 segundos, pero el Berrendo, resultado del cruce de un Antílope y un Ciervo, puede mantener durante 2 horas una velocidad de 98 km/h. La Pereza es uno de los animales más lentos del mundo, tarda una hora para recorrer 0.04 kilómetros, mientras que el dócil Manatí que bordea nuestras costas se mueve a razón de 5 km/h.
La especie humana en el trascurso del tiempo ha logrado imponer increíbles marcas de velocidad y es así que debido a grandes esfuerzos y un riguroso entrenamiento, Jesse Owens, Carl Lewis, Tyson Gay, se convirtieron en verdaderas estrellas del atletismo norteamericano. Al finalizar los Juegos Olímpicos Londres 2012, Jamaica figura como bastión de velocistas de primera. De la mano de Glen Mills, los corredores Yohan Blake, Warren Weiry y de manera especial Usain Bolt asombraron a los espectadores por su ligereza en las canchas. Bolt, con tan sólo 12 años fue el corredor más rápido de su escuela y próximo a cumplir los 26 años de edad, con 93 kilos de peso y 1,96 metros de estatura, es considerado el hombre más velóz del planeta. Campeón en pruebas de rapidez, es poseedor de records olímpicos y títulos mundiales en las categorias juvenil, junior y absoluta. Atleta profesional desde el 2004, acaba de ampliar su leyenda al correr los 100 metros planos a una velocidad de 38,05 kilómetros por hora y 45 km/h en su máxima, dando 41,3 pasos, con una frecuencia de 4,37 pasos por segundo y con una amplitud de 2,42 metros cada paso, cifras que traspasan los patrones sobre la celeridad humana. Bolt ha sido calificado por los medios como la saeta, la bala, el rayo con piernas, la leyenda, el dueño del viento, excelso competidor, turbo colosal, corredor extraterrestre y sobrehumano, atleta volador producto de la ciencia ficción el rey de Londres, emperador del atletismo, el fenómeno jamaicano, profeta de los números e hijo del tiempo, y si estas hazañas lo convierten en el más rápido, la medalla de oro en la casilla de la persona más lenta del mundo la ocuparía un político, por su habitual parsimonia para cumplir las promesas hechas durante la campaña electoral que lo llevaron al cargo.
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