Las heridas producidas
por la masacre en Orlando no han terminado de cicatrizar y la sociedad,
angustiada por tanta violencia, clama por regulaciones en la venta de destructivas
armas de fuego. Resulta inconcebible que rifles de asalto puedan ser comprados
con laxas restricciones, así como es inexcusable la posición de los senadores
republicanos, quienes con el visto bueno de la Asociación Nacional del Rifle,
reprobaron los cuatro proyectos de enmiendas que hubiesen servido para aminorar
el derramamiento de sangre en el país.
Una nueva ley, la S.B.11, conocida como
“campus carry” (acarreo en el campus), fue
aprobada en las cámaras legislativas de Texas, controladas por republicanos y la
misma permitirá a los estudiantes de la Universidad de Texas a portar armas
dentro del campus universitario, sumándose a las universidades de Idaho, Utah,
Colorado, Oregón, Kansas, Mississippi y Wisconsin, que consienten llevar armas
en sus instalaciones. No obstante queda a criterio del claustro las
disposiciones de cómo se debe implementar el edicto, de tal manera que no se podrán
llevar a los laboratorios debido a la presencia de sustancias inflamables o
corrosivas y quedará prohibida la
tenencia en dormitorios, fraternidades, campos deportivos o en eventos inter escolares.
La polémica ley
entrará en vigor el primero de agosto de este año, cuando irónicamente se cumplen
cincuenta años de la horrible matanza en la universidad texana, ejecutada por
Charles Whitman, estudiante y ex marine, quien portando una carabina, dos
fusiles de asalto, dos revólveres y dos pistolas, acribilló a balazos a 19
víctimas e hirió a 30 desde la torre del reloj, antes de caer abatido por la
policía.
Gregory L. Fenves, presidente de la Universidad
de Texas, considera que las armas no
competen a las universidades, pero que muy a su pesar está en la obligación de
cumplir con la ley. Compartimos su criterio y pensamos que en estos tiempos escasos
de tolerancia, las constructivas ideas impresas en los libros, son las mejores armas que
demanda la humanidad.
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