Amelia Hamilton, bloguera y escritora conservadora, ha editado insólitas versiones de cuentos clásicos de la literatura infantil. Con el visto bueno de la Asociación del Rifle de los Estados Unidos y para exaltar los valores de Dios, familia y país, la autora ha publicado “Patriotas en crecimiento”, una línea de libros dedicados a los más pequeños. Para estas versiones Amelia tomó prestado dos conocidos cuentos de hadas de los hermanos Grimm, creadores y compiladores de relatos de la tradición oral germana. En dichas inauditas narraciones, los protagonistas aparecen armados con rifles para defenderse de los malvados. Es así que la inocente Caperucita Roja y su cándida abuelita se libran del ataque del temible lobo feroz gracias a que portaban armas para protegerse. Por su parte Hansel y Gretel no murieron de hambre en el bosque pues con sus rifles lograron cazar animales silvestres. Mientras la violencia armada desangra a niños y adolescentes, la Asociación del Rifle inculca el poder de la fuerza letal y utiliza esta estrategia para fomentar el uso de armas y captar a los infantes como futuros clientes. Nos oponemos rotundamente a que nuestros nietos pudieran leer que, había una vez una Bella Durmiente reposando con un fusil de asalto en sus manos, que la Cenicienta se libró del acoso a la cual era sometida por sus hermanastras gracias a un Winchester con mira telescópica, que los amigables enanitos de Blancanieves estaban armados hasta los dientes, que el Gato con Botas llevaba una 9 milímetros en su cintura y que Rapunzel, la de las trenzas de oro, portaba una escopeta para persuadir al príncipe azul en caso que intentara sobrepasarse.
Tuesday, May 10, 2016
CAPERUCITA ROJA ANDA ARMADA
Amelia Hamilton, bloguera y escritora conservadora, ha editado insólitas versiones de cuentos clásicos de la literatura infantil. Con el visto bueno de la Asociación del Rifle de los Estados Unidos y para exaltar los valores de Dios, familia y país, la autora ha publicado “Patriotas en crecimiento”, una línea de libros dedicados a los más pequeños. Para estas versiones Amelia tomó prestado dos conocidos cuentos de hadas de los hermanos Grimm, creadores y compiladores de relatos de la tradición oral germana. En dichas inauditas narraciones, los protagonistas aparecen armados con rifles para defenderse de los malvados. Es así que la inocente Caperucita Roja y su cándida abuelita se libran del ataque del temible lobo feroz gracias a que portaban armas para protegerse. Por su parte Hansel y Gretel no murieron de hambre en el bosque pues con sus rifles lograron cazar animales silvestres. Mientras la violencia armada desangra a niños y adolescentes, la Asociación del Rifle inculca el poder de la fuerza letal y utiliza esta estrategia para fomentar el uso de armas y captar a los infantes como futuros clientes. Nos oponemos rotundamente a que nuestros nietos pudieran leer que, había una vez una Bella Durmiente reposando con un fusil de asalto en sus manos, que la Cenicienta se libró del acoso a la cual era sometida por sus hermanastras gracias a un Winchester con mira telescópica, que los amigables enanitos de Blancanieves estaban armados hasta los dientes, que el Gato con Botas llevaba una 9 milímetros en su cintura y que Rapunzel, la de las trenzas de oro, portaba una escopeta para persuadir al príncipe azul en caso que intentara sobrepasarse.
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