Wednesday, May 7, 2014
LA VENEZUELA DE MONICA
El brutal asesinato de Mónica Spear, Miss Venezuela 2004 y su marido Henry Berry frente a Maya, la hija de 5 años, quien resulto herida en esta cruel acción, ha sacudido al país bolivariano, a Miami donde residían y a toda latinoamerica donde la actriz era seguida por fervientes admiradores.
Para el chavismo los delincuentes no son catalogados como gente mala, sino víctimas de un capitalismo salvaje que los obliga a situarlos al margen de la ley. Recordemos a Chávez cuando en un irresponsible y populista discurso aseveró que si él tuviera hambre también robaría. Por desgracia para el oficialismo este nuevo crimen, cuyo movil fue el robo, la víctima era una figura pública y disparó las alarmas sobre la inseguridad, pero para miles de ciudadanos comunes que son abatidos por el hampa en ese pobre y desesperado país de la felicidad suprema, el nombre de Mónica quedará grabado por mucho tiempo en sus vidas como sinónimo de la violencia en la Venezuela actual.El odio y la muerte persiguen a diario a los venezolanos, producto de la ineficiencia de un gobierno ocupado en sembrar la violencia con intolerantes actos y discursos incendiarios. La descomposición social está presente en todos los niveles, los sistemas educativos, policiales, judiciales y carcelarios están corroidos y al no existir separación de poderes, la impunidad recorre oscuros caminos, donde las altas esferas gubernamentales ni hacen ni dejan hacer y las bandas criminales acechan a la población en las calles y autopistas de toda Venezuela. Miles son las Mónicas que no llegan a sus hogares tras una jornada de trabajo, dichosas son aquellas que regresan con vida, pero sin dinero, zapatos, relojes, teléfonos o simplemente rapadas y no violadas.
Para el chavismo los delincuentes no son catalogados como gente mala, sino víctimas de un capitalismo salvaje que de los obliga a situarlos al margen de la ley. Recordemos a Chávez cuando en un irresponsible y populista discurso aseveró que si él tuviera hambre también robaría. Por desgracia para el oficialismo este nuevo crimen, cuyo movil fue el robo, la víctima era una figura pública y disparó las alarmas sobre la inseguridad, pero para miles de ciudadanos comunes que son abatidos por el hampa en ese pobre y desesperado país de la felicidad suprema, el nombre de Mónica quedará grabado por mucho tiempo en sus vidas como sinónimo de la violencia en la Venezuela actual.
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