El estado físico de los comandantes Castro y Chávez son guardados como
Secreto de Estado y pareciera que su divulgación fuese perjudicial para
los intereses tanto de Cuba como de Venezuela. Este hermetismo da pie a
especulaciones de todo tipo sobre las condiciones reales de los pacientes.
De Fidel llegó a decirse que había muerto y que sus Reflexiones eran
producidas por un grupo de intelectuales de la isla afectos al régimen.
De la enfermedad de Hugo se rumora que sufre de cáncer, de apéndice
perforado, del colon, que le extrajeron un riñón y hasta que se esta
recuperando de una mal practicada liposucción.
Lo curioso es que los autoritarios, nacionalistas y populistas comandantes
pregonan que los cuidados médicos de sus respectivos paises son los
mejores del mundo y para todo el mundo, pero Fidel al enfermarse
nombró a un especialista español su médico de cabecera, mientras Hugo
entrega sus dolencias a galenos cubanos y no venezolanos. Pero algo es
cierto, ambos se resisten a delegar las funciones ejecutivas y dejar en
manos de otros las riendas de sus paises, gobernando sus feudos tras
bambalinas desde sus lechos de convalecientes.
Mientras el estado de salud sea impenetrable, esperaremos ansiosamente
una oportuna filtración de Wikileaks para conocer si el teniente coronel se recupera de un absceso pélvico o de un vacío de poder.
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