Thursday, September 29, 2016

REVOCATORIO EN TIEMPOS DE DICTADURA



Al final no les quedó más remedio que despojarse de la falsa careta democrática que ufanamente lucían ante los ojos del mundo. El régimen dictatorial venezolano bajo la figura de un solo individuo, el autócrata Nicolás Maduro, ha ordenado una vez más a sus fieles acólitos a desconocer de manera flagrante la Constitución elaborada por su predecesor Hugo Chávez, el mal llamado comandante eterno.
La negativa a un referendo revocatorio para impedir que a través de un proceso democrático la oposición logre el poder, el colocar múltiples trabas, para someter la consulta con un plebiscito que dejaría sin efecto el mandato de Maduro en la presidencia, constituyen una evidente violación a la ley fundamental de un Estado democrático. Pero todo es posible con el Poder Público Nacional de la nación bolivariana, donde desgraciadamente los poderes no están separados. El Poder Ejecutivo, desde la silla del Palacio de Miraflores, ejerce despóticamente el dominio total en provecho de una minoría que lo secunda, el tirano dictamina los pasos a seguir del nada imparcial Poder Electoral, controla el Poder Ciudadano que en lugar de proteger al pueblo,viola sus derechos, mantiene de rodillas al Poder Judicial y a una Corte Suprema de Justicia, con una balanza que siempre se inclina a favor del chavismo y un Poder Legislativo de manos atadas y con la amenaza latente de eliminar a la opositora Asamblea Nacional.
El verdadero poder popular, el de la calle, el que padece enfermedades que no puede curar, el hambriento y desnutrido, el que sufre discriminación, que es injustamente perseguido, encarcelado y torturado sin misericordia, el pobre pueblo de una nación rica en recursos, presionado por la inflación más alta del mundo y agobiado por una inseguridad en todos los campos, el bravo pueblo que se manifiesta y reclama su anhelada libertad, ese que no se deja someter, romperá un día no muy lejano las oprobiosas cadenas que lo atan y posiblemente estarán manchadas con sangre, porque esa cruel dictadura desconoce la palabra tolerancia y no tiene la más remota disposición de abandonar el poder pacíficamente.     


                                                                               

Monday, September 26, 2016

HOMENAJE A TORO SENTADO

                           


                              
                (Tatanka Iyotanko), jefe norteamericano de la tribu Sioux.                                              
                                   Dakota del Sur (1831-1890)      
                                    

“Cuando el último árbol sea cortado, cuando el último río sea contaminado, cuando el último pájaro sea atrapado…sólo entonces el hombre blanco entenderá que la codicia no proporciona alimento”.

“La vida es la luz de la luciérnaga, es la respiración del bisonte cuando llega el invierno, es la sombra que cae sobre la hierba y desaparece tras la puesta del sol”.

“No has heredado la tierra de tus padres, tan sólo la has recibido en préstamo para tus hijos, sus futuros dueños”.

“¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podrías comprarlos a nosotros?”

“El hombre blanco trata a su madre, la tierra y a su hermano el cielo como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí sólo un desierto”.

“Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen el suelo, se escupen a sí mismos”.


Fragmentos de la carta de Toro Sentado a Franklin Pierce, presidente de los EEUU, en respuesta a la oferta de compra de sus tierras (1854).

Friday, September 23, 2016

RESISTENCIA SIOUX AL OLEODUCTO

                    




Cuando los conquistadores se apoderan de una civilización, aniquilan las raíces de los pueblos dominados para garantizar el poder, imponer nuevos valores y despojarlos de sus territorios y riquezas. 
La conquista del viejo oeste americano se vio plasmada por sangrientos encuentros bélicos, donde los aborígenes fueron ferozmente masacrados.
Este genocidio fue acompañado con el exterminio de los rebaños de bisontes, el avance de colonos sedientos de bendecidos parajes y por las hordas de mineros obsesionados con la fiebre del oro, quienes arrasaron con las tierras y contagiaron a los naturales con enfermedades a las que no eran inmunes. Los que pudieron sobrevivir a esta escalada, fueron recluidos por la fuerza a reservaciones distintas a su hábitat originario; espacios que con artimañas fueron reducidos al pasar el tiempo.
Desde hace meses una contratista, con la aprobación del Cuerpo de Ingenieros de la Armada de los Estados Unidos, realiza excavaciones en la Reservación Sioux “Standing Rock” en Dakota del Norte, para enterrar un oleoducto que cruzaría tierras sagradas atravesando el río Missouri, fuente de agua limpia que correría el riesgo de contaminación ante un derrame de petróleo. La comunidad tribal no se quedó de brazos cruzados y los espíritus de Toro Sentado y Caballo Loco, líderes durante los años de resistencia a las políticas gubernamentales, se les incorporaron e impidieron que la maquinaria pesada continuara su devastadora acción. Ante esta protesta, el equipo de seguridad de la empresa arremetió salvajemente contra la tribu, rociando gas pimienta y lanzando un cobarde asalto con enfurecidos perros amaestrados. 
Luego de ser llevado el caso a altas instancias, se le concedió a la tribu un paro temporal a las excavaciones hasta que se tome una decisión definitiva. No queremos ser pesimistas, pero es probable que el poder de la justicia se incline a favor de la rica industria petrolera y puede que los Sioux sean despojados nuevamente de sus derechos ancestrales.
Los usurpadores ignoran que el Gran Espíritu les otorgó las tierras y allí seguirán heroicamente resistiendo, ya que nunca perdieron su dignidad.                                                                                            

                                                                      

Monday, September 12, 2016

EL PUDOROSO BURKINI



Una recatada prenda de vestir inició recientemente una severa polémica en Francia, país golpeado duramente con actos terroristas por parte del radicalismo islámico. La vestimenta en cuestión, usada por las mujeres musulmanas, es conocida como burka, y su versión playera burkini, unión de las palabras burka y bikini, indumentaria que permite mostrar solamente el rostro, las manos y los pies. El atuendo ha desatado un acalorado debate y la prohibición temporal de las autoridades francesas. 
Por su parte el original bikini recibió su nombre por el atolón Bikini en el Pacifico, donde fue detonada una bomba atómica experimental. Su diseñador concibió la indumentaria de dos piezas con la idea que este sería un detonante social, contra el recato de las damas que usaban el traje de una sola pieza a la hora de tomar un baño de mar. 
Si remontamos la historia del vestido, en el siglo 19, el bañador femenino se asemeja a los originales burkinis vetados en las playas francesas, las damas cubrían con pesadas y abundantes telas sus cuerpos dejando poca cosa que ver y mucho a la imagen creada por la fantasía.
La controversia separa a dos bandos, los que apoyan el traje de baño  aducen que no es por motivos religiosos que las féminas se cubren la casi totalidad del cuerpo, sino por la tendencia que las obliga a continuar ejecutando costumbres y formas primitivas dictadas por un dogma. 
El grupo que se opone argumenta, también con razón, que los musulmanes no se asimilan a los patrones culturales franceses y que si en un país islámico una monja vistiera su habitual hábito religioso o una mujer un vestido corto, con escote, cabeza y brazos descubiertos, serían sometidas al desprecio público, juicio sumarial, confinamiento o hasta un  cruel apedreamiento.
Al final, la nación de la libertad, igualdad y fraternidad rectificó el veto y podremos seguir viendo en la Riviera Francesa, esculturales cuerpos como el de la Brigitte Bardot, símbolo sexual de los años 50 y 60, recibiendo el sol en coloridos bikinis, sensuales tangas, atrevidos monokinis, reducidos “hilos dentales”, al lado de pudorosos, arcaicos e impenetrables burkinis.