Thursday, December 12, 2013

SAQUEO BOLIVARIANO


“Que no quede nada en los anaqueles”, vociferó el mandatario y la turba enardecida se dedicó al pillaje, apoderándose de manera indiscriminada e ilegítima de televisores, equipos de sonido, licuadoras, cocinas y de cuanto electrodoméstico encontró a su paso.
“ Que no quede nada en los almacenes”, recalcó con furia Nicolás Maduro y la muchedumbre alentada por la patente de corso otorgada, terminó de arrasar con la mercancia ajena que estaba en los depósitos. La orden dada por el caudillo de la revolución bolivariana  azuzó el saqueo y al multiplicarse por los cuatro puntos cardinales de Venezuela, reforzó la imperiosa necesidad, que tiene el gobierno, de la presencia populista en las elecciones del 8 de diciembre. El saqueo, palabra prohibida en los controlados medios de comunicación, debilita aún más la tambaleante economía del país, ahuyentando las posibilidades de aportes del capital privado, por temor al pillaje, expropiaciones, falta de divisas y enjuiciamiento criminal a los comerciantes. Mandar a vaciar los anaqueles es un eufemismo por parte de Maduro, pues con los años en el poder, los chavistas han saqueado impunemente las arcas del erario nacional, mientras que en los estantes de los negocios, no se consiguen desde hace tiempo los artículos de primera, segunda y tercera necesidad.